jueves, 1 de febrero de 2018

'Dark': El pasado en Winden siempre está presente

¿Qué demonios está pasando en Winden (Alemania)? Donde desaparecen adolescentes en extrañas circunstancias. Los pájaros caen a plomo desde el cielo. Una central nuclear y una cueva esconde secretos y el tiempo, cada treinta y tres años, parece avanzar y retroceder en un bucle que tiene atrapados los destinos de las familias del pueblo. Todo eso es Dark. La serie de Netflix a la que ya han bautizado como la hermana mayor de Stranger Things, pero en versión europea . Y eso supone una diferencia de base abismal entre una y otra.


Ya desde el punto de vista formal Dark, como su propio nombre indica, tiene un fondo oscuro y misterioso que, sin ser terror propiamente, ralla el género -la música y su ambientación contribuirán a ello-. La acción se desarrolla en Winden, un pueblo ficticio de Alemania perdido en medio del bosque. Con lo cual la localización, la iluminación y el entorno se convierte en el escenario perfecto para acoger las experiencias de los personajes principales. Cuatro familias: Kahnwald, Tiedemann, Nielsen y Doppler, vinculadas entre sí. Ya se sabe lo pequeños que con los pueblos. También en Alemania.

El argumento de Dark es un compendio de thriller -incluso cierto aspecto religioso- misterio, intriga y ciencia ficción con elementos propios de cada género. No falta una central nuclear que desde el principio se erige por encima del bosque amenazadora. Desapariciones de menores sin causa justificada, como la del joven Mikkel Nielsen. Investigación policial pura y dura y el pasado, presente y futuro que se entremezclan y confunden en una cueva que también se convierte en protagonista directa de la historia.

Los protagonistas adolescentes de 'Dark' no están a la altura de sus mayores.

Aunque se la ha asemejado por la trama con Stanger Things, Dark huye de cualquier lujo, chiste fácil y nostalgia por una época determinada. No hay tributos a nada ni a nadie y a medida que se desarrolla nos recordará aspectos de Regreso al Futuro, Wayward Pines e, incluso, Twin Peaks. Pero ya se sabe que las comparaciones son odiosas. Así que Dark va por libre.

La historia se desarrolla entre 1953, 1986 y 2019, de modo que los elementos de cada época juegan su punto fuerte. Todo está relacionado y definido y en base a ello se van a ir consumiendo los capítulos. Quizá por el gran número de personajes pertenecientes a distintas generaciones y los continuos saltos espacio temporales se pueda uno perder y queden siempre cabos sueltos que se van atando a veces de manera precipitada. Por eso la serie de Netflix necesita de un visionado relajado, sin preocupaciones y distracciones.

El tiempo en sus manos

"¿Puede el hombre cambiar su destino?" Pregunta que se formulaba George Wells (Rod Taylor) en El tiempo en sus manos, película de la que ya hablamos como revolucionaria dentro del género de ciencia ficción. Tomándola como ejemplo, sirve para abordar ciertos aspectos de Dark. La simbiosis espacio tiempo es crucial para entender la historia y también sus constantes saltos con los que a veces es fácil perderse. Produciendo cierto desasosiego como en los propios personajes.  

Ese tal vez sea el principal de sus debe. Dark es una serie que no está hecha para todos los paladares porque necesita paciencia y reposo. Estar muy atento a cada detalle. Incluidos los colores, como un cuadro flamenco. La serie nos exige como espectadores un nivel de atención elevado. Y eso, hoy, ya es un acierto.


Como toda serie de misterio y ciencia ficción moderna, no falta la central nuclear que nada bueno hace presagiar.

Por otro lado, su carácter alemán influye tanto para lo bueno como lo malo. Bien alejada de fuegos artificiales, de espectáculo y más centrada en la trama y su desarrollo. En este punto hay que hablar del reparto. Tiene altibajos evidentes entre los protagonistas adultos y menores. Dan una de cal y otra de arena. Algún rostro conocido como el de Oliver Masucci (Ha vuelto) y mucha frialdad entre ellos.

No hay ningún personaje que enganche especialmente o del que vayas a guardar buen recuerdo. Pero afortunadamente el poder de la historia, cosida a veces con algún que otro remiendo por Baran bo Odar, creador de la serie y también director de todos los episodios, logra solventar los defectos de la serie de Netflix.

La propuesta de Dark ha subido muchos peldaños. Acometer tantos géneros de una atacada tiene sus riesgos y en la segunda temporada sus creadores van a tener que sobreponerse a tanta pretensión si no quieren pegarse un buen batacazo. Hay que darle el beneficio de la duda porque la trama realmente merece la pena y ofrece cosas diferentes y hasta cierto punto originales. (Continuará). 




Ficha Técnica


Título original: Dark

Año: 2017

I Temporada: 10 capítulos

Duración: 60 min.

Género: Ciencia Ficción / Thriller / Intriga

País: Alemania Alemania

Dirección: Baran bo Odar (Creator),  Jantje Friese (Creator),  Baran bo Odar

Guión: Jantje Friese, Baran bo Odar, Martin Behnke, Ronny Schalk, Marc O. Seng

Música: Ben Frost

Fotografía: Nikolaus Summerer

Reparto: Anna König, Roland Wolf, Louis Hofmann, Oliver Masucci, Jördis Triebel, Sebastian Rudolph, Mark Waschke,  Karoline Eichhorn, Stephan Kampwirth, Anne Ratte-Polle, Helena Abay, Harald Effenberg,  Sebastian Hülk, Deborah Kaufmann, Ella Lee, Andreas Pietschmann,Walter Kreye, Peter Benedict, Christian Steyer, Leopold Hornung,  Tatja Seibt,  Lisa Vicari, Hermann Beyer, Angela Winkler, Peter Schneider, Stephanie Amarell,  Carlotta von Falkenhayn, Arnd Klawitter, Anatole Taubman, Luise Heyer, Lena Dörrie, Julika Jenkins, Michael Mendl, Gwendolyn Göbel, Lisa Kreuzer, Hannes Wegener

Puntuación: 7,5/10

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