jueves, 21 de agosto de 2014

'Lucy': Omnipresente Scarlett Johansson

¿Qué tienen en común Scarlett Johansson y Lucy, el primer miembro casi humano del árbol genealógico de los primates? Para Luc Besson mucho. Tres millones de años separan a ambas, pertenecen al género femenino y, además de compartir nombre en la gran pantalla, son la fuente de conocimiento que ha movido, mueve y moverá a la humanidad. Para el galo las chicas son guerreras y vienen pensando y pegando fuerte.

Así de sencillo lo explica el guionista y director francés en Lucy, la película homónima que tiene a Scarlett Johansson como figura omnipresente. La rubia, morena y pelirroja del momento está en todas partes; literal. Su presencia de femme fatale inunda en más de media hora una historia irregular, para los más puritanos una apología de las drogas, pero entretenida al fin y al cabo.

Scarlett se viste de superheroína mujer fatal para dominar y extender el conocimiento a toda la humanidad (Universal).

La actriz neoyorkina encarna a una estudiante que por avatares del destino se convierte en mula para transportar una poderosa droga sintética. La bolsa se rompe en su cuerpo y las partículas de la sustancia se expanden por su organismo, otorgando a Lucy unos poderes sobrenaturales que la permitirán controlar su cuerpo, conciencia y todo lo que le rodea.

Morgan Freeman acompaña a Scarlett en su progresión científica (Universal).
Scarlett, sensual como siempre y con una embriagadora voz que como en Her vuelve a enamorar, no era nueva en estás lides. En Los vengadores ya ejercía de superheroína, pero compartía protagonismo con otros elegidos. En esta ocasión ella es el referente para guiar a la humanidad hacia el conocimiento, acompañada por un efectivo Morgan Freeman en el papel de científico que trabaja sobre la capacidad cognitiva del ser humano. Una especie de 'remember' de Secretos del universo.

Con estos ingredientes, la película aborda de lleno el falso mito que sostiene que solo usamos un 10% de nuestro cerebro. Afirmación, también errónea, atribuida al genio de Albert Einstein. Sin embargo, Besson la da por buena, a pesar de no tener ninguna base y estar constada la falacia. Eso al francés le da igual. Le sirve como motor para crear un filme explosivo y espectacular, con una primera parte sensacional que decae en los instantes finales.

Al estilo Matrix, Lucy aspira a controlar su entorno (Universal).
Aun así, el director de El gran azul, El profesional (León) o El quinto elemento rueda escenas de acción con suma maestría. Es lo suyo y lo que mejor se le da. En Lucy hace patente ese talento con secuencias de peleas, golpes y persecuciones al estilo Un trabajo en Italia o Ronin. Sencillamente espléndidas. Momentos que completa con originales imágenes de la naturaleza y vertiginosas escenas que narran el progreso de Lucy para dominar -como en Matrix- el 100% de su cuerpo. Recursos bien utilizados que mantienen la intriga y el suspense hasta los títulos de crédito.

Fotografía, reparto y dirección son, pues, el punto fuerte de una película donde el saber no ocupa lugar; que se disfruta sin expectativas. Conviene dejar en casa los prejuicios y, aunque cueste, tragarse en hora y media las mentiras que esconde el guión de Besson cuando este trata de ponerse serio. En el cine todo es posible. No merece la pena gastar tiempo en esto y sí en disfrutar de una película ligera, palomitera, entretenida y que, desde luego, no defraudará a los seguidores del francés.


Ficha Técnica


Título original: Lucy

Año: 2014

Género: Acción / Ciencia-Ficción / Thriller

Duración: 90 min.

País: Francia 

Director: Luc Besson

Guión: Luc Besson

Música: Eric Serra

Fotografía: Thierry Arbogast

Reparto: Scarlett Johansson, Morgan Freeman, Choi Min-sik, Amr Waked, Yvonne Gradelet, Jan Oliver Schroeder, Julian Rhind-Tutt, Pilou Asbæk, Analeigh Tipton, Nicolas Phongpheth, Luca Angeletti, Pierre Grammont, Pierre Poirot, Bertrand Quoniam, Pascal Loison, Pierre Gérard

Puntuación: 7/10

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