jueves, 8 de agosto de 2013

'Renoir', íntimo y sensual triángulo de emociones

Pierre-Auguste Renoir (Michel Bouquet en la ficción) murió el 3 de diciembre de 1919, aquejado de dolencias y postrado en una silla de ruedas que no le impidió continuar su trabajo hasta el ocaso de sus días. Aquella fecha fue el fin del hombre, pero su obra, como la de todo genio, perdura al paso del tiempo en los mejores museos del mundo, ya que como el propio artista dijo: "El dolor pasa, la belleza permanece".


Casi un siglo después de su desaparición física, Gilles Bourdos (Inquietudes, Premonición) ha rendido homenaje al ilustre impresionista en Renoir, la película basada en una novela de Jacques Renoir, bisnieto del pintor y que se centra en una parte de la vida del mito francés. En concreto 1915, fecha en que perdió a su esposa y sufrió la marcha de Gabrielle, modelo y amante, y sus dos hijos mayores al frente, retirándose a su maison en Cagnes-sur-Mer en la Costa Azul, decidido a pasar sus últimos días rodeado de un séquito de mujeres y haciendo lo que más le gustaba, pintar y emular a otros genios de este arte como Rubens o Tiziano, pintores que inspiraron la obra plástica de Pierre-Auguste.

Al contrario de lo que pueda parecer por su estado físico y los golpes que le ha dado la vida, en la cinta se presenta a un Renoir lleno de vitalidad y armonía. La aparición de su última modelo pictórica, Andrée Heuschling (Christa Theret), que derrocha sensualidad y lujuria visible en numerosas ocasiones y para deleite del espectador durante la más de hora y media de metraje, devuelve la alegría al trabajo del paisajista y retratista galo.

El triángulo afectivo lo cierra Jean Renoir (Vincent Rottiers), figura clave del cine europeo entre los años 30 y 50, que regresa a casa de su padre para curar las heridas sufridas durante la Primera Guerra Mundial y descubre el amor de la mano de esta pelirroja y voluptuosa mujer, quien además fue protagonista en sus cinco primeros largometrajes.

De genio a genio

A pesar del respeto y el cariño que se profesaban uno a otro, la trama esconde un enfrentamiento entre la forma de ver la vida de dos generaciones opuestas y, paralelamente, entre un arte dominante hasta el momento, como el de la pintura, y otro en auge como el cine, detestado por el viejo Renoir.

Este choque se percibe a medida que avanza la cinta, pero también una evolución en los personajes. En este sentido, el joven Jean aparece en un principio retratado como el prototipo de burgués sin aspiración y que busca consuelo en el falso mito de la guerra. Su cruce con Dedée cambia la perspectiva del futuro cineasta y
su relación con aquellos que le rodean.
A partir de entonces y siguiendo la filosofía del padre (“déjate llevar por la vida como el corcho por el agua”), no quedará otra intención en la vida del mediano de los Renoir que dedicarse al cine y colmar las aspiraciones de Andrée, decidida a convertirse en actriz y en musa del director francés.

Acompañan en este juego de emociones las sirvientas del impresionista galo y su tercer hijo en discordia, Coco, el pequeño adolescente díscolo y curioso interpretado por el actor Thomas Doret, en un papel muy similar al que encarnó en El niño de la bicicleta.

Luz, color y armonía

Íntima y sensual, en Renoir predominan los planos largos en los que se plasman el color, la luz y la armonía de un paisaje bucólico y de ensueño que contrasta con la situación bélica del momento. La fotografía, a cargo de Mark Ping Bing Lee (In the Mood for Love), refleja a la perfección el sentido de la pintura del artista francés, amante de la naturaleza, y en el que queda envuelta la protagonista femenina, derrochando un gran dosis de erotismo y sensualidad en cada aparición en pantalla.

Por momentos y pese a un guión que en ocasiones resulta denso, los cuadros parecen cobrar vida. Sobre todo los retratos, un género que dominó a la perfección el artista galo. En este sentido, las interpretaciones del elenco de actores ayudan a la creación mágica de un cine, que a los franceses, se les da de maravilla.


Ficha técnica 


Título: Renoir

Año: 2012

Género: Drama / Biográfico / Amor

Duración: 111 min.

País: Francia 

Dirección: Gilles Bourdos

Guión: Gilles Bourdos, Jérôme Tonnerre

Música: Alexandre Desplat

Fotografía: Mark Ping Bing Lee

Reparto: Michel Bouquet, Christa Theret, Vincent Rottiers, Michèle Gleizer, Romane Bohringer, Thierry Hancisse, Sylviane Goudal

Premios: 2013: Premios César: Mejor vestuario. 4 nominaciones

Puntuación: 7,5/10

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